
De nuevo, un día más, se abrieron las puertas de la Casa Hermandad del Rocío de Isla Cristina (el viernes 14 de Agosto) para cantar la Salve a las doce de la noche al Simpecado. Y es difícil expresar en palabras el cúmulo de sensaciones que se dan cada vez que Diego Martín Jara se coloca delante del Simpecado para rezar cantando los sentimientos que embargan a este poeta. Sí, porque sin duda alguna, es un poeta de la canción ya que tanto la Salve como las sevillanas y fandangos, uno valiente de Huelva y otro de Alosno, de Juana María, que esa noche cantó a la Virgen del Rocío son obra suya y manifiestan ese incondicional amor que le tiene a la Madre de todos los rocieros.
Pero también llevando por bandera el que le tiene a su pueblo, Isla Cristina, a su gente de la mar, a su Plazoleta de San Francisco.
Una vez más, toda una alegría cada vez que se puede escuchar a este poeta que contagia la emoción que él mismo siente.
Desde estas líneas queremos dar las GRACIAS a Diego Martín Jara por expresar tan sabiamente con su canto los sentimientos que embargan a los isleños por «sus cosas» y por, una vez más, hacernos vibrar con un ratito de rocío a todos los que se acercan hasta la Casa Hermandad para rezarle cantando a la Madre de Dios.